¿Se ha parado a pensar qué les dirá a sus nietos cuando le pregunten en un futuro lejano a qué se dedicaba? Podría ser breve: “Compraba hardware de identificación automática a la empresa mayorista Jarltech y, como distribuidor, lo revendía a las empresas que lo necesitaban”. O podría adornar la historia un poco para sus nietos y hablarles sobre una auténtica leyenda que tuvo el placer de conocer. Podría sonar así:
«Yo estaba allí, en aquel momento en que la transformación digital se adentraba en casi todas las empresas. Se produjeron cambios revolucionarios para todos. Y yo fui parte de aquello. Con las tecnologías más modernas que llegaban al mercado, ayudaba a las empresas a optimizar sus procesos y sus flujos de trabajo. Entre las tecnologías que vendía, con gran éxito en aquellos días, se encontraban los terminales de mano. Uno de ellos era una auténtica leyenda. Lo llamaban Datalogic SKORPIO X5. Hablabas de él y todo el mundo lo conocía. Se utilizaba en casi todas partes: en almacenes, en las ventas al detalle, en la industria y en el sector del transporte y la logística. Todo el mundo quería trabajar con aquel extraordinario terminal de mano y cada vez me llegaban más peticiones. ¿Por qué? Sencillamente, ofrecía unas excelentes prestaciones que todo el mundo quería aprovechar en su negocio».
«El Skorpio X5 tenía una forma ergonómica. Por ello, resultaba cómodo en su agarre y la gente podía trabajar con él por tiempos inusualmente largos. Y también porque contaba con una batería muy potente que se podía reemplazar en funcionamiento. La pantalla de este terminal de mano era portentosa. Con sus 4,3″, era una de las de mayores hasta entonces en terminales de mano con teclado. Era muy brillante, por lo que el contenido se leía perfectamente tanto en zonas de trabajo interiores, como al aire libre, a la luz del Sol. Además, aquella pantalla, así como la ventana del escáner integrado, era de vidrio templado Gorilla Glass, que les confería una gran durabilidad. También resultaba muy fácil de usar con lápiz óptico o con guantes puestos.»
«Datalogic había diseñado este terminal de mano de manera muy meticulosa. Como las necesidades de casi todas las empresas eran diversas, del Skorpio X5 había tres modelos distintos con cuatro módulos de escaneo, tres diseños de teclado y dos tecnologías de carga diferentes. Esto era algo muy inusual y, por ello, todo el mundo me pedía este terminal de mano. Para resistir en su uso ante las condiciones más adversas, el Skorpio X5 se había construido de forma muy robusta. Soportaba el polvo y el agua; e incluso caídas desde 1,8 m metros de altura, sin ningún problema.»
«También recuerdo que el Skorpio X5 venía equipado con un potente procesador y un sistema operativo Android que podía recibir actualizaciones durante un larguísimo período de tiempo. Es más, Datalogic había lanzado un software, Datalogic Shield, que proporcionaba a este terminal de mano las últimas actualizaciones de seguridad y del firmware y actualizaciones completas del sistema. Y así lo protegía de ciberataques y bugs. En aquel momento, mis clientes valoraban muchísimo todo aquello. Simplemente, por aquel entonces, no había forma de superar a aquella leyenda, el Skorpio X5 de Datalogic».